miércoles, 25 de enero de 2012

VERDAD NATURAL...DE LA VIDA

No siempre es imposible transportarse en el yo mismo, pero… cuando camino descalza sobre los azulejos y, suavemente deposito mis dedos de los pies con firmeza y noto mis huellas marcadas en la eternidad de la tierra, la verdad de mi presente me demuestra que es obvio que estoy viva de nuevo. El viento me acaricia con fuerza y de manera natural mi cuerpo recupera su energía y su fuerza, su vitalidad, sintiendo de forma especial la respiración que alimenta mi espíritu cuando inhalando las estrellas de una música celeste hay momentos que creo volar… Muchos días, muchos meses soñaba, he soñado con esta firmeza, sentirme segura sobre la hierba, mirando el mar, subiendo por los caminos, andando por la ciudad, cuando besaba a mis seres queridos, soñaba con un milímetro de calma, de estabilidad pero, como una espada indomable y anómala se agitaba en mi sien un barullo de tormentos, laberintos, rígidas estacas y cercados que impedían brotar mi agua del manantial, impidiendo su sonido, su libertad. Ahora sonrío al mañana, beso el amanecer y lo que la oscuridad no me enseñaba con sus luces negras mis ojos aprenden del dolor saboreando cada puerta que se abre, cada esquina y cada sol por que duele lo temible y lo temido se transforma del horror, en las nubes blancas de la vida y… ¡ recórcholis! vuelvo a soñar, recupero mi mirada, los abrazos, el cantar…

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