lunes, 5 de diciembre de 2011

Espumillones de ternura

Como cada año mi hogar se viste de espumillón, de bolas de colores, de villancicos, de vacaciones, de música... la música del cariño, la música de la solidaridad, la melodía que tratamos y que a veces resulta difícil que perdure todo el año, que nos hace superar los baches, los malos momentos, que nos da fuerza para alimentar la paciencia y que cada día seamos un poquito, algo mejores... desde nuestro corazón por supuesto¡¡...



El Niño Jesús que simboliza estas fiestas, el que tenemos en el pesebre cerca del humilde serrín, del enorme árbol recibiéndonos cada mañana nos recuerda toda esa fuerza que nos alimenta el espíritu, toda la ternura que viste nuestra alma para con nuestros seres queridos, con los niños, con los abuelillos de casa, con los amigos, con los hermanos, con nuestra pareja, con la que hemos elegido compartir el camino de la existencia; todo este proyecto de futuro que constituye la leyenda de la historia humana parte de nuestra condición de seres frágiles, sencillos, creados para la entrega, para el servicio a los demás, única manera de sentirse persona y ser feliz.

¡¡¡FELIZ NAVIDAD, FELIZ VIDA, GRACIAS POR VIVIR¡¡¡