martes, 27 de marzo de 2012

Un mensaje



Queridas...mis dulces amigas:

tengo  ganas de ver el mar con vosotras, de respirar nuestro aire, de veros, de teneros de sentiros cerca... 
 ¡¡¡qué suerte tenemos...¡¡¡  tenemos la arena blanca que acaricie nuestros pies, el agua limpia y fresca que moja nuestra piel, el sol, el viento, el frío, el calor, la niebla, la lluvia todo... "la vida"  abrazando nuestra existencia, la magia que une nuestra amistad,  una amistad que nos sella  estos  recuerdos  para siempre, como escritos en el alma  en cada una de nosotras, en cada leyenda personal...
y soy muy feliz por ello... pronto pasearemos, jugaremos, soñaremos, respiraremos, cotorrearemos  por nuestro paraíso como sirenas salpicando nuestras sonrisas mientras vemos el horizonte azul verde esmeralda y tocamos la brisa desde nuestro corazón y todo con nuestros niños, grandes y pequeños... ¡qué más se puede pedir¡¡¡.... además....
Hasta pronto.
Os quiero

domingo, 25 de marzo de 2012

el último HOTEL...

Sentada en su sofá descansando de su intensa vida, esperando una mirada de cariño, unas palabras, un momento de  comunicación... había bailado tanto¡¡¡ viajado por el mundo, pisado teatros, oído aplausos, caminado por las ciudades, sus ojos habían visto tantas luces, tantos telones que... ahora descansaba en su sofá mirando desde los ventanales mientras las auxiliares la movían de postura, le echaban gotas, la daban masajes en las piernas tantas veces sorprendidas por una torcedura que apenas duraba unas horas para volver a contonearse a taconear...
Otro tiempo había pasado, otra vida había dado  su fruto, los días rápidos amanecían  de distinta manera pero tranquilos, días de descanso pero intensos también...
Mañana iremos a Italia a bailar al gran teatro de Roma, donde el público espera mi última actuación... duerme mi reina duerme... hasta mañana,  mañana comeremos gominolas  otra vez...

miércoles, 21 de marzo de 2012

Cerré los ojos...

Aquel día... después de mañanas perdidas de agotamiento, momentos de debilidad, horas interminables con jornadas de pensamientos apelotonados incesantes, multitud  de obligaciones, millones de apuntes enredados alrededor de mi vida...para conseguir la añorada perfección quizá en respuesta a la propia exigencia desde la niñez... aquel día cuando mi cuerpo se desplomaba en el medio del pasillo preámbulo de mi habitación creí que sería algún final... sentí mucho miedo. Cerré los ojos y ahora  descubro que aprendí, descubrí... un yo que no conocía, alguien muy valioso que me enseñó  otra forma de vivir distinta, resurgiendo como persona como yo misma dejando atrás  lo que ya debía dejar para ser lo que soy hoy. Gracias a pesar de todo... por descubrirme.
Reflexionar como persona, sabiendo entresacar del miedo algo positivo que nos haga madurar, nos avanza en ser mejores cada día y en sentirnos mejor para sentirnos mejor con los demás.