martes, 25 de octubre de 2011

La Edad


Parece mentira que los años pasen tan rápido... pero sin embargo en la mente se mantiene una ilusión óptica, una sensación milagrosa de no notar el paso del tiempo.
A pesar de ello cuando paras para reflexionar sobre el día a día reconoces que el tiempo ha pasado y deprisa que pasamos al lado y vivimos con nuestros seres queridos mayores, sin pensar que quedan pocos momentos para estar en su compañía... esos minutos, los que vamos a recordar cuando ellos no estén, los que se van a llevar en su corazón, tienen que ser instantes de sonrisas, de cariño, de comprensión, de apoyo, de compañía, de ternura... y ya no solamente por ellos... padres y madres ahora aitites o abuelitos, sino por nosotros mismos por que amándonos a nosotros mismos estos sentimientos son los que nos dejan el corazón lleno de felicidad, de tranquilidad, de satisfacción sabiendo que lo hemos hecho todo por ellos hasta los últimos momentos de su vida y les estamos agradecidos por darnos... nuestra propia vida.

2 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Esto lo ha escrito un corazón enorme.

Besos.

Loren Simón dijo...

Torito, gracias por la visita a mi blog de reflexiones conmigo misma, te envío un abrazo enorme y besoossssssss