Viaje a Jerusalén

Casi no quedaba tiempo el autobús salía de la puerta del hotel a las 8 de la mañana, amanecía el día lleno de luz, lleno de ganas, lleno de sorpresas, lleno de calor...
Deprisa con entrañable compañía comenzaba la aventura de la vida en otro país, un episodio inesperado de la existencia, algo que llegaba no imaginado dos años atrás y te das cuenta que la vida está llena de sorpresas para vivir...vivir de verdad....
Desde la ventanilla desde los ojos  de la curiosidad, nos disponíamos a experimentar una experiencia en el corazón, una vivencia única, inolvidable, grandiosa, espiritual en el alma y en el ser... desde la perspectiva  de la fe,  de la creación y del misterio de la vida...
gracias mundo... buenas noches estrella....soy, existo, siento...